Este 23 de diciembre, se celebra el séptimo día de la novena de Aguinaldos, con las oraciones y los villancicos que propuso Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia para este año, con el lema: «Peregrinos de la esperanza».
En este día, invitan a pensar y orar por el mundo, según ‘La Novena de Navidad Peregrinos de la esperanza 2022’.
(Siga leyendo: ¿Sabe cuál es el origen de los villancicos que se cantan en Navidad?).
Cabe recordar que las novenas comienzan el 16 de diciembre y terminan el 24 en la noche y que cada día se debe realizar la oración para todos los días, la de la Santísima Virgen, la de San José y la del Niño Jesús. Además de las consideraciones del día y los gozos.
Oración de todos los días

(Se reza tres veces Gloria al Padre).
“Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les dísteis en vuestro hijo la prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente”. Amén.
(Se reza tres veces Gloria al Padre).
Lectura del octavo día

Las novenas comienzan el 16 de diciembre y terminan el 24 en la noche.
Esta fue la lectura que Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia propuso para este año.
Palabra

Emmanuel significa Dios con nosotros”.
“José, hijo de David, no temas acoger a María, tú mujer, porque la criatura que viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que cumpliese lo que había dicho el señor por medio del profeta: Miren, la vírgen concebirá y dio a luz un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa Dios con nosotros”. Palabra del señor.
(Mateo 1, 21- 23).
Reflexión
¡Ven, que ya María previene sus brazos, do sus niños vean, en tiempos cercanos!. ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!.
Plegaria
Señor Jesús, apresúrate y no tardes para que tu venida consuele y anime a quienes confiamos en tu bondad. Tú, que vives y reinas con el padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos.
Acción
Hoy, cercana la Navidad ¿qué estamos haciendo por los migrantes, por los desplazados, por los que ahora buscan acogida?
(Además: Pregunta de Navidad: ¿Sabe cuáles son los villancicos más antiguos?).
Oración a la Santísima Virgen María

La Virgen María en la Iglesia católica es reconocida y venerada como Madre de Jesús y Madre de Dios.
Soberana María, que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo.
¡Oh dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
(Se reza tres veces el Avemaría).
Oración a San José

San José es considerado en la Biblia como el padre putativo de Jesús.
¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza.
Te ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abraces en fervoroso deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.
(Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria).
Gozos
Dulce Jesús mío, mi niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
1. ¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios!
2. ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo!

“Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea completo” (Juan 15:10–11).
3. ¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, Bella flor del campo.
4. ¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas de regio palacio! ¡Sácanos. Oh Niño con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado!
5. ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.
6. ¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo!
7. ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, De Israel anhelo Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado ya la oveja arisca, ya el cordero manso!
8. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado! ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo!
9. ¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su niño vean, en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
10. ¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano!
11. ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto!
12. ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos Ven a nuestras almas, Ven, no tardes tanto!
(También lea: Buitrago, el hombre que murió sin saber que grabó un clásico de Diciembre).
Oración al niño Jesús

La figura del niño Jesús se debe poner hasta el 24 de diciembre.
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.
Llenos de confianza en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto.
Nos entregamos a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo (3 veces)
(Lea: Prima de Navidad: cuántos trabajadores la reciben en América Latina).
Villancicos

Los villancicos surgieron aproximadamente en el siglo XV.
Ay del chiquirritín
Ay del chiquirritín chiquirriquitín chiquirriquitín
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín
queridí, queridito del alma.
Por debajo del arco del portalico
se descubre a María, José y al Niño.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín chiquirriquitín
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín
queridí, queridito del alma.
Entre un buey y una mula Dios ha nacido
y en un pobre pesebre le han recogido.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín chiquirriquitín
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín
queridí, queridito del alma.
El niño tiene hambre y está mamando,
y un rayito de luna lo está mirando.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín chiquirriquitín
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín
queridí, queridito del alma.
Por debajo del arco del portalico
se descubre a María, José y al Niño.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín chiquirriquitín
metidito entre pajas.
Ay del chiquirritín chiquirriquitín
queridí, queridito del alma.
Campana sobre campana

Los villancicos son una forma de adorar a Dios.
Campana sobre campana
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás al Niño en la cuna.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva nos traéis?
Recogido tu rebaño
¿a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva nos traéis?
Campana sobre campana,
y sobre campana dos,
asómate a esa ventana
porque está naciendo Dios.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva nos traéis?
Caminando a medianoche
¿hacia dónde vas, pastor?
De llevarme, iría a cuidarte
como Dios, mi corazón.
Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva nos traéis?.
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