La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) anunció la firma el contrato de concesión portuaria del Puerto de Pisisí, después del compromiso pactado con las comunidades y a las familias víctimas de la violencia en el departamento de Antioquia.
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Este punto servirá como un referente para las exportaciones y para la competitividad del país, movilizando más de 300 mil toneladas durante el primer año de operación, hasta llegar a cerca de 1,7 millones de toneladas, para el año 30 de concesión de carga general, contenedores, graneles sólidos y líquidos, vehículos e hidrocarburos.
“Llegamos al Urabá antioqueño para firmar el contrato de concesión portuaria, con el que generaremos alrededor de 6.000 empleos entre directos e indirectos y, además, nos permitirá apostarle a un aumento de la economía de la región de 1.5 % del PIB. Cabe resaltar que, en esta zona portuaria se invertirán US$155 millones, lo cual contribuye a forjar esa justicia social que claman los habitantes de Turbo, golpeados por la violencia”, dijo el ministro de Transporte, Guillermo Reyes.
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Para lograr eso, es importante recordar que, desde inicios del gobierno del presidente Gustavo Petro la ANI comenzó las reuniones que viabilizaran la firma de la concesión portuaria, esto tras conocerse la sentencia del Juzgado Segundo Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Apartadó, que permitió a la sociedad disponer de varios predios con medidas cautelares y que están dentro de la zona privada del puerto.
Con esta decisión se protege el derecho fundamental a la restitución y formalización de tierras de seis familias de la vereda Casanova de Turbo (Antioquia), donde se proyecta construir la terminal portuaria. Estas seis familias, representadas por la Fundación Forjando Futuros y la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, fueron víctimas del exterminio y posteriormente desplazadas y despojadas de sus tierras por paramilitares.
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De tal manera, dicha sociedad portuaria ejecutará las obras necesarias para la construcción y operación del puerto de comercio exterior, de servicio público, ubicado en el Golfo de Urabá, vereda de Casanova, con acceso al mar por la Bahía de Turbo, jurisdicción del municipio del mismo nombre.
Para llevar este proyecto a acabo se construirá un muelle principal cuya plataforma estará sobre la Bahía de Turbo, contiguo a la costa, con una longitud de 490 metros por un ancho de 40 metros. También se contempla el dragado de un canal de acceso de aproximadamente 6,5 kilómetros a una profundidad de 13 metros, y de igual forma se dragará la zona donde los buques hacen el giro o maniobra para zarpe o atraque.
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Por su parte el presidente de la ANI, William Camargo, sostuvo que, además, “se tiene contemplada la construcción de una vía de acceso terrestre de 1,5 km que comunicará al Puerto de Pisisí con la concesión Mar 2, la cual va desde Cañasgordas hasta Necloclí (Urabá), y es de suma importancia, pues los puertos quedarán conectados con los modos carreteros garantizando su operación permanente”.
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